Hey! Mi nombre es Agostina, creadora Parla, al proyecto que le dedico mi vida entera. Me gustaria usar este espacio para unir sus experiencias y contarles un poco sobre Parla (debajo). Experiencias que llegan en forma de mensajes y que me explotaron el corazón, de amor, felicidad y muchas veces alivio. Por alguna razón, suelen llegar en el momento que más lo necesito y siempre me motivan a ir por mas. Todas sus devoluciones son especiales, valoro muchísimo el tiempo que invierten en trasmitirmelas.

Ame cada una de sus etapas. Aprendí muchísimo en estos años, por sobre todo, a disfrutar del proceso y a escucharlas a ustedes. Todos los altibajos son parte de nosotras y forjaron lo que somos hoy, Parla y yo. 

Las primeras veces me resultan especiales y los mensajes luego de una son mágicos, aquí se los dejo.

 

El proyecto comenzó en 2019, estaba cursando mi primer año de facultad para la carrera de actuario en economía, si bien me interesaba, hasta el momento no sentia vocación, ni pasión. Buscando algo más artistico que hacer por fuera de la facultad, encontré un curso de moldería, corte y confección de lencería. Automáticamente, me sumergí de lleno en el tema. Amaba comprarme ropa interior, me frenaba en cada vidriera buscando algo distinto, y descubrí que no hay forma mas linda y satisfactoria de tener lo que buscamos, que creeandolo una misma. 

Comencé el curso en el mes de septiembre, las clases de molderia me fascinaban, pero la parte de confección puso a prueba mi paciencia y puso en evidencia mi falta de tolerancia a la frustración. Aprender a coser, entender como funcionaba y como usar la maquina de coser, me resultaba imposible. E llorado mas de una vez en el subte, mirando mis intentos de "bombachas" confeccionadas en el curso, mientras volvia a casa. 

Ya en noviembre finalizando el curso y con la iniciativa de crear mi marca, intente delegar inmediatamente la parte de confección y no tuve suerte. Conseguimos una maquina familiar Singer recta-zigzag, muy viejita que funcionaba muy bien, la cual no quise tocar del miedo que me daba. Empece a usarla muy de a poco, aprendi a los golpes y rompiendo muchas agujas. Desde ese momento, aprender sobre costura se llevo y lleva todo mi dedicación, trabajar de manera artesanal (sin tercializar a un taller la parte de producción), es una elección que hago todos los días. Elección acompañada de mucho desarrollo y alegria, como támbien de muchas frustraciones y estrés.

Empece trabajando en mi dormitorio y luego comenzamos a armar nuestro propio taller, inviertendo de a poco en todo lo que Parla iba necesitando.

En el Hot Sale de julio del 2020, en plena pandemia y el estallido del E-commerce en Argentina, Parla tuvo su primera gran demanda. Experiencia que puso a prueba las capacidades de Parla y que jamas voy a olvidar. Mi maquina familiar decidio abandonarme, la enviamos con un tecnico para un service, quien se contagio de Covid-19, y mi maquina estuvo un mes en cuarentena con el. Desesperada, compré una recta Mitsubishi, mi primera maquina industrial usada. Con un poco de ayuda de amigas talleristas y la nueva maquina, que iba a la velocidad de la luz a comparación de la familiar, y pudimos entregar todo a tiempo. 

Durante el 2020 y 2021 a la par del trabajo, segui capacitandome. Aprendi un poco de muchas cosas que Parla necesitaba, fotografía, comunity managger, marketing digital, y todo lo que necesita un E-commerce. Tambien volvi a estudiar al lugar donde hice el curso de lenceria, esta vez para diseño, molderia, corte y confección de trajes de baño, pijamas e indumentaria.